Las almohadillas de mi perro agrietadas y resecas
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Las almohadillas de mi perro son quizás uno de los aspectos a los que menos ponemos atención en el cuidado del perro.
Y desde luego que es importante supervisar de vez en cuando el estado de las almohadillas ya que son las que soportan el peso de nuestra mascota, le permiten tener movilidad, jugar, y mantener el equilibrio.
Como saber si las almohadillas de mi perro están en buen estado
Las lesiones en las almohadillas de mi perro son igual de molestas y dolorosas a las que un humano puede experimentar en sus pies.
Algunos de los síntomas son:
- El perro cojea
- Se lame las patas
- No quiere caminar
- Las almohadillas están agrietadas
- Resequedad en las almohadillas y orillas rasposas o desquebrajadas.
- Carnosidad rígida en las orillas de la almohadilla
- Cortadas profundas y sangrantes
SI tu perro tiene más de uno de estos síntomas significa que hay que tratar sus patas, ya que la resequedad, grietas o cortadas son muy dolorosas.
Que las ocasiona
Son diversas las causas que provocan resequedad y grietas en las almohadillas, como:
- Pisar cristales u objetos filosos, que pueden ocasionar cortaduras serias e infección
- Deterioro por uso excesivo, esto puede ocurrir si sometemos al perro a largas caminatas en superficies extremas como pavimento caliente o nieve.
- Alergias o irritación, ocasionadas por alimento que le damos o bien algún producto químico que usemos en casa para la limpieza.
Estas son algunas de las causas más comunes a las que debemos estar atentos para prevenir que las almohadillas se deterioren o se lesionen.
Como tratar las grietas y resequedad en las almohadillas de mi perro.

La recuperación no es rápida y depende del grado de deterioro que se tenga.
Para ello hay que revisar las almohadillas y si estas sangran o las grietas son muy profundas lo mejor es llevar al perro con el veterinario para una evaluación más profunda.
Por el otro lado, si las almohadillas están resecas, agrietadas y con carnosidades en las orillas (callos), estas pueden tratarse con VASELINA.
Primero debemos remojar las almohadillas de mi perro en agua tibia con un poco de sal de grano previamente disuelta.
Posteriormente secar muy bien las almohadillas.
Finalmente, frotar y masajear muy bien las almohadillas con vaselina, principalmente las zonas resecas, agrietadas o con callos.
La vaselina deberá aplicarse como cuando uno se pone crema en las manos, es decir no deben quedar excesos del producto.
Aunque la vaselina no es dañina para los canes, evita que tu perro lame sus patas. El uso del collar isabelino o ponerle vendas o botas pueden ayudar a evitar que se coma la vaselina.
Realizar este tratamiento por la noche ayudará a mejorar las lesiones progresivamente mientras tu perro duerme.
El tratamiento deberá repetirse cada tercer día, durante 2 semanas. En mi experiencia este fue el tiempo en el que empecé a ver mejoría en las almohadillas de mi perro de hecho las carnosidades o callos se le cayeron al cumplir la semana aplicando el tratamiento.